miércoles, 17 de marzo de 2010

¿bailamos?

Al ritmo de tu dos por cuatro pretendo, y sin mas vueltas, intentar abrazar tu cadera dormida. Estirarme inhumanamente y tender mis manos sobre tu pechos desprender tus ropas, quitando todo hasta dejarte vacía.

jueves, 4 de marzo de 2010

Tu cafè


Bruscamente abrí los ojos, mientras, tanteando al manotón indagaba mi periferia. Buscando donde te escondiste, como desapareciste, el como y el por que de esas cosas que sucedieron por una rara concatenación de sucesos.


Me incorpore intentando expandirme como las plantas cuando hacen fotosíntesis, estiré los dedos de los pies hasta hacerlos crujir y me propuse a bajar las escaleras. Me dirigí sin otro motivo a la cocina. Tome mi taza negra, notando que tu taza roja sigue en la alacena pero ya sin usarse, sin café, sin tus labios, solo con la compañía insípidos y blancos cacharros.

No vacilé y sin otro movimiento, casi mecánicamente, la llene de café un oscuro y fuerte; di media vuelta y apoyando mi espalda en el bajo mesada, me senté en el pequeño espacio de sol que se afila por la ventana en el piso para con mi café diario repasar como tener un poco más de tus locuras, o ver tus inofensivas pecas sobre la nariz otra vez.