lunes, 28 de diciembre de 2009

Abejas blancas, Gotas naranjas


Siento que afuera llueven gotas naranjas de verano, el aire se refresca y las paredes blancas del living se colorean calidamente. No se si son los últimos rayos del sol o las primeras luces de la calle que se encienden pero es un hermoso espectáculo de ver, vos a mi lado arruchada como un ovillo en el sillón con la mirada perdida en las cumulonimbus perfectas que se tienen a ir desdibujando tras la ventana, yo observante leyéndote poesía de un consagrado escritor chileno.

Entre verso y verso recorro tus brazos con mis socorros analizando tus reacciones al tacto. Es “la abeja blanca…” y el zumbido de mi mano te recorre. “Soy el desesperado” y mi palabra queda sin ecos”.

“ah silenciosa...” mientras te dormís cerrando “tus ojos profundos. Afuera “llueve. El viento del mar caza errantes gaviotas”



martes, 22 de diciembre de 2009

Trillado pero mio

-"Siempre nos quedara París..." dice una frase del cine. Tú cine, el del blanco y negro. Frase de las mas conocidas .
frase que retrotraigo para decir que yo ese domingo de cafetin y celuloides me sentí francés.

lunes, 21 de diciembre de 2009

"...você não cola em mim..."

"...Às vezes no silêncio da noite
Eu fico imaginando nós dois
Eu fico ali sonhando acordado
O antes o agora e o depois
Por que você me deixa tão solto?
Por que você não cola em mim?
Tô me sentindo muito sozinho..."

C.V. - Zosinho

domingo, 20 de diciembre de 2009

tristeza el cociente.

La tristeza en algún punto se podría medir como el cociente que existe entre las expectativas de uno y la desilusión puesta en el otro.




jueves, 17 de diciembre de 2009

Yo se que juntos desprenderíamos tanta luz, que lograríamos velar los rollos de nuestras cámaras cerradas.

martes, 15 de diciembre de 2009

Labios secos, Socorros humedos


Te besé los labios secos mientras mis manos firmes sobre tus socorros húmedos; tres mechones casi escarlata que tapaban el lado izquierdo de la cara dejando en su opuesto libre dos lunares de mejilla casi asesinos.

Sin dudarlo, terminado el beso, tomaste distancia dejando al descubierto un haz de luz espacial que me hablaba y trasmitía señales en un idioma tan hermético y misterioso como el cotejo de los elefantes, dos pasos más hacia atrás y soltando mis auxilios diste media vuelta lanzándote a rodar.

Querías que te siga y te seguí, saltando prados, surcado bosques, jugando a esconderse de lo demás, casi que volando por encima de todo, disfrutando la libertad.

Logré tomarte con mi mano a medio estirar y dos socorros húmedos intenté tocar para poder besarte con grandilocuencia y encontrar ese par de labios secos para terminar.


sábado, 12 de diciembre de 2009

Compañeros del plantón.

Un vaso y tres medidas vacías de whisky sobre la mesita de noche, al lado pero no pegado, dos pastillas para dormir, un block liso con algunos garabatos de cielo de una birome barata de peatonal. Un reloj de pared que marca tu no llegada y mi ropa tirada de a montones por el piso.
Indicios de otra noche de plantón, otra noche que no venís y yo boca arriba mirando el techo conjeturo mil variantes de tu desenlace, apostando que forma tendrán los pliegues de la cama con tu cuerpo superpuesto, oliendo en mi retina tu perfume y divisándote en coloradas escenas desdibujadas por el alcohol que el sueño y las pastillas ya en su efecto me arrebatan con cabezazos de boxeador en las ultimas.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Descalzando libertades


Yo te quiero descalza, caminando por mi piso, del living a la cocina, de la cama al sillón, desde tu espacio al mío. Libre como si nada te importara sin pensamientos roedores pero conciente de tu andar. Yo quiero verte propia, quiero verte segura y feliz. Dejando huellas imborrables en los mosaicos tras tu paso y un vaho aroma a escarlata en el aire tras tu paso por mis brazos.

Te quiero despojada y libre; natural y quizás silvestre, arrancada de los tecnicismos y conjeturas innecesarias cuando intentamos conjugar el verbo amar.

Te quiero descalza sin saber del todo como quererte ni mucho menos cuando, pero te deseo así, libre y fresca, cómplice y aprendiz.



miércoles, 9 de diciembre de 2009

A no conocerte quiza sea...

Todavía no se que pasa. Es probable y esto lo digo intentando analizar que me da miedo, temor o alguna manifestación sensible parecida. Sin saberlo con seguridad intuyo que es porque ve todo diferente a lo demás.

Esta recostada al lado mío con sus piernas cruzadas algo flacas pero sexy, su cámara en sus manos y un par de libros en la cama, es lo único que distingo por el contraluz que produce el velador con su silueta.

Mira diferente eso si lo sé, distinto, haciendo foco en otras cuestiones no comunes, sacándole el jugo y teorizando con razones apoyadas en sus firmes criterios, valorizando ciertos aspectos que todavía son bastante disímiles para mí. Completamente fiel a pensamientos y creencias. En total demostración, aunque no lo quisiese, de la calma propia antes del maremoto.

Quizás sea esto lo que no me cierra, estos principios impropios que no logro aceptarlos mas allá de que hayan sido por mi buscados que la llevan de la calma a la furia en solo segundos. Esto es lo que no entiendo. Yo no me entiendo a su lado así, por mas que intente no logro descifrarme.

No me hallo y me siento confundido ¿será que no estoy siendo del todo franco conmigo mismo? O ¿será que no estoy preparado para lo diferente? No lo sé y me castigo por ello.

No es que la quiera cambiar pero le doy vueltas casi manotazos de ahogado para poder respira, entenderle y poder descansar. Pasa el tiempo la conozco más y sigo sin entender, tal vez sea cierto ahogo a nuevo; que una, dos y hasta tres veces en la noche llega para tomarme por completo y no dejarme dormir manifestándose en oscuridad mis débiles principios, mis livianos cimientos, mis enfermizas raíces.

Se parece a una llegada de tormenta su actitud de entrega, y yo con esa parte mía, invisible para los demás, intento ser ferviente a lo que queda de mi naturaleza y enfrentarme a lo todavía desconocido de su persona, lo prohibido de su ser En una suerte de acto de conquista, de colonización ella, la desconocida, Intentando sin lograrlo por completo por fin poseerla, investigarla para sentirme tranquilo y aliviado, completamente seguro que todo esta a salvo.