miércoles, 14 de julio de 2010

Ausencias del Invierno


Afuera los menos dos grados congelan lo que se quede quieto, dejándolo muerto por un par de horas o para siempre. Yo, mirando fijamente a la nada por la puerta ventana, tomo un café con leche remendador de ausencias que el insensible clima se encarga dejarme siempre presentes.

Pienso que hace ya mas de una semana que estoy solo cuando suena el teléfono y me doy vuelta rápidamente corriendo para atenderlo deliberando que podes ser vos que te acordas de mi o me necesitas y me llamas.

Falsa alarma, alguien se olvido de pagar no se que factura y los recordatorios telefónicos juegan junto a mis pensamientos a engañarme.


El día sigue, y retomando la gris rutina, tu recuerdo acosa el presente. Salto de una actividad a la otra entendiendo que me falta algo, una particularidad determinada, un pedazo de momento que alguien se llevo y nunca devolvió. Las tareas se vuelven insípidas, incoloras, aburridas, individuales y nada charlables.


Intuyo que el causante de todo puede ser el invierno. El invierno acá, el verano allá. Momentos climatológicos bipolares que tanto me gustan pero que, pesándome bastante, se llevan las cosas que mas quiero.

1 comentario:

  1. En invierno siempre es más dificil estar solo, y más fácil extrañar :(
    Me gustó mucho el texto.
    Saludos,

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