domingo, 18 de octubre de 2009

Su esencia personal.

Tan exótica y sinuosa, casi exuberante, la miraba deambular desde mi escondida posición entre las luces que en ella parecían multiplicar sus ases cuando tocaban los relieves de sus ropas. Noté esa cierta esencia de personal, solo con verla sabias que la forma de pensar que tenia era especial. Digo especial no refiriéndome a rara, sino que la creo saludable solo por tener un dejo de bohemia en su ser.

Dio dos vueltas, miro a su alrededor y en línea recta y firme casi de militar, se dirigió a donde yo estaba. En ella se evidenciaba una sutil mueca que por lo visto era de alegría aunque no puedo afirmado porque su corto genio me lo impedían.


Me había visto, me había notado entre tanta cosa que sucedía en el lugar, entre tantas gentes y tantos sonidos de colores. Yo era feliz.




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