domingo, 19 de julio de 2009

Instantanea del Momento . I .

Cuando miro atrás, pienso y extraño las siestas junto a vos, esas siestas donde juntos retozábamos en tu sillón, mirando el techo, con arrumacos y caricias. Siestas imperturbables y sublimes. Sintiéndonos cerca, sin preocupación alguna, salvo de que ese momento se terminara con la llegada de la hora de las obligaciones o el momento de la partida. Un sillón, tu cuerpo y el mío. Nada más se necesitaba para disfrutar la simpleza del momento. El mundo se podía caer a pedazos pero nosotros éramos felices. Vos dormías a mi lado entre la pared tapada por verdes almohadones, y yo te miraba; quieta, tranquila y noble.

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