sábado, 5 de septiembre de 2009

Instantanea de Momento V (mejor dicho la primera)

Estaba tan frío como cualquier noche cerrada de pleno mes de junio, él caminaba muy nervioso con un tranco largo y apresurado, pero el iba feliz. Peregrinaba las nueve cuadras de esa diagonal, cuesta bajo, de una manera nunca antes vista; casi como si estuviera en una emergencia o si le urgiera algo. En verdad así era, tenia prisa y quizás algo de coraje para ir de frente; a pesar de ese manojo de sensaciones de intranquilidad que se apoderaba de su estomago. El frió a el no le importaba porque con su campera negra y su bufanda gris al cuello lo hacían invencible, sus piecitos rojos parecían moverse al intenso ritmo de una movida salsa o algún otro genero musical centroamericano. En sus bolsillos lo acompañaban dos chocolates para ella y unas llaves que no dejaba de mover haciendo eco de su intranquilidad.

2 comentarios:

  1. q linda la llegada del encuentro...mezcla rara pero q se extraña..

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  2. si, si bien esta historia que se cuenta tiene cosas de ficcion y cosas de realidad, se las extraña y se extraña mucho... gracias por visitarme querido anonimo. mi vida esta llena de esos anonimos ultimamente. sera una premonicion?

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